Hoy me he dedicado a pensar mientras observaba el hermoso cielo azul adornado con nubes de algodón... Hace mucho que no lo hacía... porque cada vez que lo hago me deprimo. Hoy he vuelto a pensar. A ver las cosas de mil maneras. A pensar si lo que hago y cómo lo hago sirve para algo. Me he encontrado contigo, dulce Felicidad, pero como siempre, ibas acompañada de otros... ya sean amigos, novios, familia... siempre vas de la mano de otra persona, y nunca de la mía.
Pensaba que había aprendido a vivir sin tí, a pensar que debía de hacer feliz a los demás para alcanzarte... Y todo ello es verdad... Si veo a alguien que conozco triste o desesperado no soy feliz... Pero aunque sean completamente felices, a mí... eso... no me basta...
Me ha costado darme cuenta... Segundos, horas, días, meses e incluso años... Quizás por eso no veía cosas en donde otros las veían. Ahora lo he entendido, no vale la pena luchar por otros si no lo hago por mí misma...
Algún día te encontrare y la próxima vez que te vea, Felicidad, estarás a mí lado. Porque, lo quieran o no, aquellas personas que me hacían hundirme más y más en la oscuridad, he encontrado una pequeña luz, otra manera de ver las cosas a como yo las veía. Y poco lo voy viendo... Una vez leí que una vida se podía contar de dos formas... Una, mirando por las cosas malas y deprimiéndonos; y la otra, Mirando por lo bueno, por lo que hemos vivido y nos ha hecho sonreír o llorar de emoción. ¿Sabes? Me quedo con esta última.
Bueno, pequeña Felicidad, me tengo que despedir de tí, pero como nos vamos a ver pronto no te diré "Adiós", solo te diré:
Hasta Luego, Nos Vemos....
No hay comentarios:
Publicar un comentario