Sin nombre

Sería sencillo olvidarme de ti, y así olvidar esta angustia que me invade cuando me doy cuenta de que no existo para ti; sería sencillo confesarte el cómo me siento, para hacer desaparecer esta soledad que siento yo a veces, y me pregunto si alguien la siente como yo si se entristece tras la pérdida de alguien o es frio y sigue sin mirar atrás, o puede que trate de hacerse el fuerte para no preocupar a los demás o para no mostrar las debilidades, pero eso nunca lo sabremos pues cada uno lo siente de una manera y como dicen el dolor de tripa lo tengo yo y no tú.
A veces tengo ganas de chillar, llorar, patalear y pegar a alguien como una niña pequeña, deseo el poder encontrar a alguien con quien sentirme bien, en quien poder confiar completamente, alguien a quien contarle todo esto a la cara, alguien a quien pedir consejo, alguien que aunque le haga mal sin quererlo no me abandone en un rincón oscuro y me vuelva a dejar sola… Temía a la oscuridad, pero ahora es mi hogar. Temo estar sola pero ahora ya sé que al no poder confiar es lo que me espera en la vida, soledad o la falsa compañía. Temo el que me abandonen, ya que me hará daño y me volverá más desconfiada.
Busco la manera de sobrevivir a esta tormenta de sentimientos, a los pensamientos que me dicen huye de aquí no formas parte de esto…. ¿Dónde está la confianza que poco a poco me han ido arrebatando otros, demonios que se hacían pasar por ángeles? Allí esta arrinconada en una esquina se mi alma, bajo capas y capas de cristal blindado, no se la entregare a nadie, porque ya no queda nadie en mi mundo… Todos son extraños, todos me quieren hacer daño, todos me deslumbran o hacen que la oscuridad crezca, me es imposible acercarme a ellos, ya que huyen o me atacan de cualquier manera, pero siempre haciéndome daño…
Y como sé que si no confío, no podré ser feliz me dedicaré a hacer felices a aquellos que son importantes en mi corazón para así ser un poco más feliz, aunque no sea de manera completa.